Accesibilidad a un menor costo: lo que Henry Ford tiene para enseñarnos
Allá por 1893 se lanzaba en los Estados Unidos el primer automóvil monocilíndrico creado por los hermanos Duryea. Su costo fue de 1.500 dólares, lo cual era el doble del ingreso anual de una familia promedio. Esto implicó que nada más un grupo selecto de personas pudiera permitírselo, a tal punto que tres años más tarde sólo se habían fabricado y vendido 10 de estas máquinas.
Pero luego, con la llegada de Henry Ford, pudieron generarse muchos más coches en menor tiempo y a un menor costo. Gracias a la producción en línea por cadena de montaje, los automóviles se volvieron un bien de consumo accesible, y el modelo del visionario estadounidense vendió más de quince millones de unidades. El año de su lanzamiento, un Ford T costaba 825 dólares. Ocho años más tarde, el precio había caído a 360 dólares llegando hasta un mínimo de 290 dólares. Como si esto fuera poco, todo este proceso estuvo acompañado por una elevación significativa en los salarios de los trabajadores.
La historia del famoso Ford nos deja muchas enseñanzas en el contexto de transformación digital del mundo legal. Lo más importante es que, a pesar de que genere resistencia, innovar y automatizar procesos puede desembocar en que los productos y servicios en cuestión se vuelvan más accesibles para las personas. El método de cadena de montaje fue objeto de fuertes críticas desde su puesta en marcha por parte de personajes como Charles Chaplin y Aldous Huxley, entre otros.
En nuestro ámbito, ocurre algo similar. El mundo legal es, históricamente, una industria conservadora. El foco concreto del sistema es la práctica experta, con mano de obra intensiva. La prestación de servicios jurídicos tradicionales está fundada en una tradición que exalta y se resume en la potestad por sobre el conocimiento que aquí llamamos “propietario”, porque está exclusivamente reservado a las firmas, las cuales manejan y administran casi todas las variables involucradas.
Como consecuencia, la mayoría de los abogados basaron su modelo de negocio en la venta del asesoramiento jurídico especializado por horas y se han organizado como firmas donde son los mismos abogados los que las poseen y administran. El principal recurso para la creación de valor son los profesionales del derecho: el capital humano por sobre el capital económico. Y más allá de eso, la forma de entrega del producto fue subestimado o directamente no tenida en cuenta.
Se instala así a los abogados como exclusivos prestatarios que, fijando de modo unilateral los valores de cada prestación, disponen de una alta rentabilidad. Como contracara, al igual que ocurre con los vehículos de los Duryea, no todos pueden permitirse los servicios legales debido su costo, lo que constituye una de las barreras de acceso a la justicia.
Este es uno de los aspectos en el que la abogacía es susceptible de ser transformada si aprovechamos las posibilidades que nos brindan las tecnologías de vanguardia, que no son ni buenas ni malas en sí mismas. Se trata de aprender a utilizarlas para generar un impacto social positivo. En nuestro caso como operadores del ámbito jurídico, se nos presenta una oportunidad para mejorar el acceso a la justicia, desmantelando barreras como el lenguaje técnico y complejo, y los procesos largos y tediosos, entre otros. La inteligencia artificial y el resto de las tecnologías son nuestras aliadas en esta misión.
Legal Operations y la S en los criterios ESG
La gestión de riesgos legales juega un rol fundamental en los criterios ESG que convierten a una compañía en sostenible a través de su compromiso social, ambiental y de buen gobierno.
Si bien las empresas han comenzado a concientizar y darle importancia a estos factores en sus análisis de inversiones, últimamente se han centrado más en las cuestiones ambientales por ser más fáciles de cuantificar. Como contracara, la “S” relativa al rendimiento social, es la más compleja para analizar, estandarizar e integrar en las estrategias de inversión.
El problema también viene dado por la cantidad y heterogeneidad de cuestiones que pueden verse alcanzadas dentro de lo social. Quedan comprendidas normas laborales, derechos humanos, diversidad en el lugar de trabajo, seguridad y privacidad de los datos, equidad salarial, acceso a la salud pública, entre otras. En definitiva, abarca todo aquello que implique «relaciones entre una empresa y personas o instituciones fuera de ella».
Cómo Legal HUB ayuda a las empresas a mejorar su impacto social a través de Legal Operations.
Primero en la etapa de desarrollo, porque cuando trabajamos en las soluciones que ofrecemos, nuestro principal interés es satisfacer las necesidades específicas del cliente u organización y mientras tanto garantizar la seguridad y privacidad de los datos y cumplir con otros estándares éticos que se desprenden del enfoque tecnológico centrado en el ser humano.
Además, durante la etapa de implementación, porque nuestras herramientas pueden permitirle percibir y cuantificar impactos sociales positivos desde el primer día.
Por ejemplo, Legal Hub creó para Mercado Libre una herramienta que reúne el gran volumen de documentos legales que ingresan en la compañía, permitiendo su tratamiento y revisión de forma más organizada, rápida y eficiente. Además, automatiza muchos de los procesos involucrados en esta gestión, como la consulta a bases de datos y la elaboración de respuestas a oficios.
A partir de este aumento de eficiencia, la plataforma permitió reducir los tiempos involucrados en el proceso de gestión de reclamos, así como el margen de error en el procesamiento de documentos, asegurando una respuesta más rápida y atinada a los reclamos de consumidores.
La automatización que se logró en las respuestas a requerimientos judiciales permitió a la empresa colaborar de forma eficiente con la justicia penal, contribuyendo así en la prevención de que el marketplace o sus procesadores de pago sean utilizados como medios para realizar actividades delictivas.